Cuántas noches erótico festivas a su salud en mi adolecencia, tras conocerla en los Ángeles de Charlie.
Me hago mayor. Se mueren mis mitos.
viernes, 26 de junio de 2009
Se ha muerto un mito...
Y, como no podía ser menos, desde aquí quiero rendirle un pequeño homenaje.
Hoy ha muerto Peter Pan.
Hoy ha muerto Peter Pan.
martes, 23 de junio de 2009
De premios y rarezas...
¡Oh! ¡Uh! ¡Ah! ¡Sorpresa, sorpresa! Estoy boquiabierto. Lo que empezó siendo una relajada y divertida historia se ha convertido en algo merecedor de un premio. Estoy realmente abraiado (como se dice en mi pueblo) y no puedo menos que corresponder a tal galardón que haciendo lo que tal premio indica que se haga. Así que procedo comenzando con el primer paso: decir quién me lo entrega y agradecerlo. Pues ni más ni menos que el señor Halcón Maltés y la señorita Patata Piloto piensan que soy merecedor de este premio. Como ya les comenté a ambos en cada uno de sus blog, gracias muchas por hacerme merecedor del mismo. Como digo al comenzar, todo esto empezó como una mera diversión. Aprovecho también para agradecer a la señorita Blog A, que fue quien me animó, desde siempre, a entrar en este nuestro pequeño gran mundo bloguero.
Una vez hechos los agradecimientos, procedo con la segunda (y más complicada) parte del premio: decir 7 cosas especiales/raras sobre mi.
1. Soy goloso de vista y olfato, pero no de gusto. Me explico: me encanta ver y oler los dulces. Todo tipo de dulces. Pero a la hora de comerlos, enseguida me sacio.
2. Me encantan todo tipo de animaciones, tanto las de dibujos como las de realidad virtual.
3. Soy motero, me encantan las motos y, sin embargo (y esta es la rareza en si) NUNCA he rascado estribera. De hecho, cada vez que el resto de moteros ven mis ruedas terminan diciendo que podía pillar una radial para gastar los dos dedos de goma que siempre dejo nueva cada vez que las cambio.
4. Soy fatal para ver series. Enseguida veo quién es el malo. Tampoco me gusta ver más de una vez una película, a menos que sea buenísima, porque me dedico a sacarle fallos. Lo mismo hago si la película no me gusta.
5. Me gusta cocinar y no se me da mal. Lo mismo le pego a un guiso que a un frito, que me lío a preparar un postre. Lo que mejor me sale es una mousse de chocolate, preparada a base de batir a mano las claras de huevo...
6. Me gusta mucho observar la naturaleza y todo lo que nos regala: una tormenta con multitud de rayos, el cielo despejado por la noche, el mar, la quietud de las montañas, la lluvia de una tarde de invierno invitándote a pasarla arrebujado en el sofá bajo una manta, con la compañía de un buen libro...
7. He pasado tres años de mi vida en un seminario y otros tantos en un barco de la Armada Española. Tengo cubiertas las misas hasta el año 2100 y he ido a una guerra.
Y hasta aquí este pedacito de mi vida.
Una vez hechos los agradecimientos, procedo con la segunda (y más complicada) parte del premio: decir 7 cosas especiales/raras sobre mi.
1. Soy goloso de vista y olfato, pero no de gusto. Me explico: me encanta ver y oler los dulces. Todo tipo de dulces. Pero a la hora de comerlos, enseguida me sacio.
2. Me encantan todo tipo de animaciones, tanto las de dibujos como las de realidad virtual.
3. Soy motero, me encantan las motos y, sin embargo (y esta es la rareza en si) NUNCA he rascado estribera. De hecho, cada vez que el resto de moteros ven mis ruedas terminan diciendo que podía pillar una radial para gastar los dos dedos de goma que siempre dejo nueva cada vez que las cambio.
4. Soy fatal para ver series. Enseguida veo quién es el malo. Tampoco me gusta ver más de una vez una película, a menos que sea buenísima, porque me dedico a sacarle fallos. Lo mismo hago si la película no me gusta.
5. Me gusta cocinar y no se me da mal. Lo mismo le pego a un guiso que a un frito, que me lío a preparar un postre. Lo que mejor me sale es una mousse de chocolate, preparada a base de batir a mano las claras de huevo...
6. Me gusta mucho observar la naturaleza y todo lo que nos regala: una tormenta con multitud de rayos, el cielo despejado por la noche, el mar, la quietud de las montañas, la lluvia de una tarde de invierno invitándote a pasarla arrebujado en el sofá bajo una manta, con la compañía de un buen libro...
7. He pasado tres años de mi vida en un seminario y otros tantos en un barco de la Armada Española. Tengo cubiertas las misas hasta el año 2100 y he ido a una guerra.
Y hasta aquí este pedacito de mi vida.
miércoles, 17 de junio de 2009
¿El final de la Patata Piloto?
Si, amigos de la nave del blog. Este parece ser el fin de la Patata Piloto. Como he leído por ahí, la Juana de Arco de las patatas tiene los días contados. Y es que en Balay han inventado una cocina que te avisa cuando el aceite está caliente...
¿Qué será lo próximo? Si nos quitan la Patata Piloto, ¿dónde queda la emoción de ver cómo el aceite, al tiempo que se calienta, va rodeando de burbujas a la patata, una auténtica heroína de la cocina y el mejor de los pasatiempos de los cocineros...
Claro que, si estás en la cocina y de repente te vienen 4 maromos y se ponen a bailar contigo, casi lo podíamos disculpar. Pero ni tengo tanto sitio en la cocina ni creo que los muchachos pudieran con mi cuerpo serrano.
¡Reclamemos el derecho de utilizar las patatas piloto! ¡Y las migas de pan! ¡Y los trocitos de cebolla o ajo! Si es que ya no saben qué más inventar...
¿Qué será lo próximo? Si nos quitan la Patata Piloto, ¿dónde queda la emoción de ver cómo el aceite, al tiempo que se calienta, va rodeando de burbujas a la patata, una auténtica heroína de la cocina y el mejor de los pasatiempos de los cocineros...
Claro que, si estás en la cocina y de repente te vienen 4 maromos y se ponen a bailar contigo, casi lo podíamos disculpar. Pero ni tengo tanto sitio en la cocina ni creo que los muchachos pudieran con mi cuerpo serrano.
¡Reclamemos el derecho de utilizar las patatas piloto! ¡Y las migas de pan! ¡Y los trocitos de cebolla o ajo! Si es que ya no saben qué más inventar...
miércoles, 10 de junio de 2009
Llega el verano...
Si, aunque tímidamente, el verano empieza a asomar la nariz en el discurrir del año. En algunos sitios con más fuerza, con sol y buen tiempo. En otros, como en mi pueblo, el invierno aún se resiste y no quiere marcharse. Llueve, sopla mucho aire y hace fresquete.
Sin embargo, está llegando el verano. Se nota. Aparecen las mangas cortas, las faldas sin medias, los zapatos de verano. Hace más calor, los días son más largos. Hay como una alegría generalizada en el ambiente, la gente parece que esté de mejor humor... Y con el verano aparecen los típicos tópicos de siempre: las tapitas en las terrazas, las cañitas a mediodía, las moscas, los mosquitos y los moscardones...
Empiezan las batallas en las ondas para saber cuál será la canción del verano y quién será digno sucesor de Georgie Dann o de King África (tal vez, el único capaz de hacerle sombra al mítico Georgie y sus barbacoas, chiringuitos y negros que no pueden...). Esa cantinela que todos llevaremos en la cabeza durante meses y que se quedará ahí grabada, a fuego, llenando saraos, fiestas y botellones varios y provocando una evasión total del sentido del ridículo hasta en la persona más tímida y retraída, imitando el bailecito que se inventará para la ocasión.
¿Qué tiene que ver todo esto con la publicidad? Pues desde hace algunos años, la ONCE nos está acostumbrando a sus campañas de verano con algunos anuncios que también se nos graban a fuego en la memoria, de los que se pueden encontrar múltiples versiones y de los que todos recordamos toda o parte de su sintonía...
Uno de los anuncios míticos de la ONCE fue el de la cremita, el sueño de todo puro macho ibérico que se precie: llegar a la playa, pegarse a una rubia y soltarle la cantinela para romper el hielo y, tal vez, terminar la noche dándose un buen revolcón...
">
Otro tema mítico, español como ninguno además, es el de las tapas. Llegar en plena canícula, sentarse en una terraza, pedir una cañita bien fría y que te suelte el camarero la retahíla de tapitas disponibles para gusto y disfrute de nuestro paladar es uno de los placeres a los que estamos acostumbrados.
Ahora se han inventado una cancioncita para recordarnos que el día 24 es San Juan. Una de esas fechas que, sin saber muy bien por qué, todos le damos una significación especial. En mi tierra forma parte de la tradición celta y se supone que se celebra la entrada del nuevo año. Aunque ahora marca más bien la entrada del verano y sus costumbres: churrascadas, sardinadas, playita... Pero ya estamos todos repitiendo en la memoria la cantinela: aserrín, aserrán, es la noche de San Juan...
Desde luego, no se puede negar que estos de la ONCE tienen mucha vista y muy buen ojo a la hora de crear campañas para empapar las mentes de los que vemos la tele...
Sin embargo, está llegando el verano. Se nota. Aparecen las mangas cortas, las faldas sin medias, los zapatos de verano. Hace más calor, los días son más largos. Hay como una alegría generalizada en el ambiente, la gente parece que esté de mejor humor... Y con el verano aparecen los típicos tópicos de siempre: las tapitas en las terrazas, las cañitas a mediodía, las moscas, los mosquitos y los moscardones...
Empiezan las batallas en las ondas para saber cuál será la canción del verano y quién será digno sucesor de Georgie Dann o de King África (tal vez, el único capaz de hacerle sombra al mítico Georgie y sus barbacoas, chiringuitos y negros que no pueden...). Esa cantinela que todos llevaremos en la cabeza durante meses y que se quedará ahí grabada, a fuego, llenando saraos, fiestas y botellones varios y provocando una evasión total del sentido del ridículo hasta en la persona más tímida y retraída, imitando el bailecito que se inventará para la ocasión.
¿Qué tiene que ver todo esto con la publicidad? Pues desde hace algunos años, la ONCE nos está acostumbrando a sus campañas de verano con algunos anuncios que también se nos graban a fuego en la memoria, de los que se pueden encontrar múltiples versiones y de los que todos recordamos toda o parte de su sintonía...
Uno de los anuncios míticos de la ONCE fue el de la cremita, el sueño de todo puro macho ibérico que se precie: llegar a la playa, pegarse a una rubia y soltarle la cantinela para romper el hielo y, tal vez, terminar la noche dándose un buen revolcón...
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Otro tema mítico, español como ninguno además, es el de las tapas. Llegar en plena canícula, sentarse en una terraza, pedir una cañita bien fría y que te suelte el camarero la retahíla de tapitas disponibles para gusto y disfrute de nuestro paladar es uno de los placeres a los que estamos acostumbrados.
Ahora se han inventado una cancioncita para recordarnos que el día 24 es San Juan. Una de esas fechas que, sin saber muy bien por qué, todos le damos una significación especial. En mi tierra forma parte de la tradición celta y se supone que se celebra la entrada del nuevo año. Aunque ahora marca más bien la entrada del verano y sus costumbres: churrascadas, sardinadas, playita... Pero ya estamos todos repitiendo en la memoria la cantinela: aserrín, aserrán, es la noche de San Juan...
Desde luego, no se puede negar que estos de la ONCE tienen mucha vista y muy buen ojo a la hora de crear campañas para empapar las mentes de los que vemos la tele...
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