martes, 21 de junio de 2011

¿Armani? ¿Calvin Klein?


       Retomando el tema publicitario, ahora que llega el verano parece que a los creativos les funciona bien la neurona. Será el calor, será el sol, será que los días son más largos... Lo que sea, pero no os dejéis la tarjeta sanitaria en casa.

miércoles, 15 de junio de 2011

O vivir en Vigo, qué bonito é!

       Voy a plagiar el título de este post, aunque realmente se trate de una canción popular gallega. En su momento sirvió para que Blog A nos comentara un poco una visita de AnaMorgana. Hoy me vale a mi para desahogarme.

       Vigo, para quien no lo sepa, es una pequeña ciudad situada al suroeste de Galicia, dando nombre a la ría más grande del sur de la Comunidad. Según la Wikipedia, es la ciudad más grande de Galicia y la 14ª de España. Creció como ciudad industrial que es, alrededor de los astilleros y de la fábrica de la Citroën, empresas que siguen gobernando la economía local, tanto de la ciudad como de su entorno. Bonita o fea, que lo decidan otros. Pero lo que no tiene igual es el paisaje que ofrece. Y si no, pasaos por www.vigoenfotos.com y veréis.

       Pero mi pueblo (lo llamo así cariñosamente) tiene un problema. Un grave problema de comunicaciones. Si quiero salir de aquí, lo tengo claro. Mejor ir preparando la Visa Oro. ¿Por qué digo esto ahora? Bien, hace alrededor de un mes y medio, Honda España realizó un concurso por internet del que salí finalista. Y la final se celebra en Barcelona este fin de semana (concretamente, el día 19), en las instalaciones de las que dispone Honda allí. Así que, ni corto ni perezoso, me lancé a la búsqueda y captura de un medio de transporte económico para el traslado.
       ¡Error! Ya no digo barato. Con todo mi conocimiento digo ECONÓMICO. Pero no sé a qué llaman económico en las compañías de viaje. Si quiero ir en avión, el billete más barato no baja de los 240 euros, con la trampa añadida de los gastos de gestión. En barco no hay forma de ir. En tren, además de las 13 horas mínimo de viaje, por menos de 200 euros no encuentro nada. Y del autobús no hablamos, que sale de Vigo a las 15.30 h. y llega a Barcelona a las 7.00 h. (más o menos), pagando 100 euros, eso sí.

       Probé a buscar billete de avión desde Oporto, donde tienen un anuncio que dice: "Aeropuerto de Oporto, el aeropuerto de los gallegos". Ni con esas. Lo más barato no baja de los 130 euros, más los 35 que me cuesta el autobús para llegar allí.

       Conclusión: probablemente me vaya en mi propio coche. No es que me salga más barato, pero así no dependo de horarios. Es más cansado, pero... Y lo que está más que claro es que vivir en Vigo es bonito, sí. Porque marchar es IMPOSIBLE...

martes, 10 de mayo de 2011

U Tópico.

Eres preciosa. Por lo menos, tu te ves preciosa. Tu metro ochenta de altura perfectamente coordinado y proporcionado. Tu melena castaña ondeando al viento, remarcando tus andares. Ojos verdes de gata, nariz chata pero graciosa y unos labios que hacen suspirar a cuantos te cruzas.

La genética ha obrado en ti milagros: tienes las medidas ideales según todos los entendidos de la materia. Tus 90 - 60 - 90 los llevas perfectamente insinuados en ese vestido que, aunque te queda ajustado, tan sólo remarca lo que quieres remarcar. Nada escandaloso, todo sensual, como tus andares. Esas piernas largas, esbeltas, realzadas con unos tacones sobre los que eres capaz de mantener el perfecto equilibrio que tan sólo unas pocas pueden conseguir, con una gracia natural al caminar que llama la atención.

Como toda tu. Caminas por la calle comercial de la ciudad, tus ojos cubiertos por unas gafas que te protegen de los rayos solares, con un aire como despistado pero sin perder nada de vista, fijándote en todas y cada una de las personas con las que te cruzas. Te paras en un escaparate y, haciendo ver que estás echando un vistazo a la ropa allí expuesta, observas lo que tienes detrás de ti. La gente, cuando se cruza contigo, se para, te mira, te remira, alguno incluso te desnuda obscenamente con la vista. Una ligera sonrisa se esboza en tu cara.

Vas entrando en las tiendas. En todas hay algo que te gusta y te lo compras. Tu tarjeta Visa con crédito ilimitado, ganada a pulso trabajando duramente en la pasarela, te permite fijarte en la ropa sin preocuparte del precio. Aunque siempre lo has tenido claro: una prenda es buena en función de su corte, de su tela, de su caída. Pero nunca de su precio. Se te ha visto comprar, incluso, en aquellas cadenas de ropa de 3 puestas. O en los mercadillos. Si alguna prenda te gusta, te la compras, sin importarte lo que el resto opine.

Con un montón de bolsas en la mano, pareces la actriz de Pretty Woman, la típica imagen de la famosa de turno cargada de bolsas paseando por Rodeo Drive. "¿Y por qué no hacerlo? Siempre tuve ganas de ello, de darme el gusto de salir de las tiendas caras de Rodeo Drive con un montón de bolsas colgando del brazo".
Dicho y hecho. De repente, estás en medio de Rodeo Drive. Por allí va Julia Roberts o Penélope Cruz. También se dejan ver Paris Hilton y su corte de nuevas mejores amigas... En fin, lo más granado y selecto de la sociedad guapa de Hollywood.
"Pero... pero... ¿qué pasa? ¿Por qué no puedo caminar? ¿Por qué se ha quedado todo estático?". En tu pantalla sólo se ve la última imagen del programa mientras un ruido infernal sacude tu ordenador. Y al rato, la pantalla azul y un mensaje que hace que, en ese momento, el odio que sientes hacia el creador del sistema sea tu único sentimiento: "Reiniciar, Cancelar o Resetear"