miércoles, 20 de enero de 2010

Dos protestas

Pues si, de protestas va hoy la entrada.
La primera es para los señores de Cuatro. Me parece muy bien que hagan una serie en plan Poltergeist, que la anuncien a bombo y platillo y que nos bombardeen una y otra vez, a lo largo del día, durante varias semanas, con el próximo estreno (que creo que fue ayer) de la segunda temporada. Lo que no me parece nada bien es la manera que tienen de anunciarlo: en la escena se ve una niña con un cuchillo en la mano. Cambio de plano y se ve a una señora con cara de susto. Cambio de plano y el cuchillo se clava en lo que parece ser la señora...
A ver, posiblemente yo soy muy rarito y demasiado susceptible. Pero no me parece de recibo que emitan ese tipo de imágenes cuando media hora antes, en las noticias, nos informan de que una señora apuñala a su compañero sentimental o que un señor acaba de disparar a su esposa y luego se suicida...
Como digo, llamadme rarito si queréis, o alarmista o pesimista. Pero creo que este tipo de anuncios no ayuda nada. Que hay gente muy rara suelta por ahí...
La segunda es para los ..., los..., bueno, la SGAE. ¿Hasta dónde piensan llegar? Nos cobran un canon por comprar un reproductor de mp3, un disco duro, cd's, radios... Y ahora quieren cobrar a las peluquerías por poner la radio. Una pregunta me asalta. ¿No pagan ya las emisoras por emitir?
Primero se pasan la presunción de inocencia por el arco de triunfo (ya que cobran el canon no sea que vayamos a grabar música ilegal...), luego convencen a quien tienen que convencer para que se promulgue una ley contra las descargas ilegales en internet y ahora... ahora empiezan a cobrar por todo. Digo yo que, por muy "artistas" que sean, querer vivir de una canción (como en algún caso se está dando) no parece de recibo. Claro, la culpa la tenemos quienes escuchamos música a través de internet, o de quienes compramos cd's para hacer copias de seguridad de nuestros archivos en el trabajo...
Como tengo una edad, aún recuerdo a aquel Ramoncín con imagen de rebelde, que quería cambiar el mundo, luchaba contra los poderes establecidos y se hacía llamar el rey del pollo frito. O a Victor Manuel, denostado en su tierra aún no se sabe muy bien por qué, pero con sus ideas de izquierdas luchando contra los fachas y los mal llamados demócratas... En fin, quién los ha visto y quién los ve, ahora acomodados y apoltronados en sus puestos...