¿Sabe a Mixta?

Tengo que reconocerlo. Los anuncios de Mixta no son de mi devoción. El del pez dando vueltas en la pecera buscando la salida, sin comentarios. El de los pingüinos tirándose al mar, incluyendo el que se pega el galleto del siglo, ya ni me hace gracia. Y el de los gatitos... bueno, el de los gatitos tiene su aquél. ¿Quién no recuerda esas interminables partidas al piedra, papel, tijera? ¿O al tres en raya? Todo para elegir quién sería el capitán del equipo, o a quién le tocaba el feo del baile... Además, hurgando en internet, he descubierto el auténtico secreto del anuncio. Todo está en el cásting. Claro, siendo Micky Puig el juez y jurado, y con tantos participantes, la cuestión se convierte en algo muy complicado como para tomárselo a la ligera...

Uno de nacionalismos XD

Aprovechando que me voy de vacaciones, os dejo aquí unos anuncios que lanzó una cadena de supermercados gallegos en los que se ensalzan las virtudes de los gallegos. Como el blog se calentó un poco con el tema de los nacionalismos, aquí os dejo una muestra de lo que mi nacionalismo: ésto es lo que yo quiero defender. Pero no significa que quiera imponer ni separar ni romper. Sólo que mi cultura y mis raíces perduren en el tiempo.
Alguno de los vídeos va subtitulado, otros no porque no los encontré. Pero creo que se entiende perfectamente lo que se dice. Si no, no dudéis en preguntar, que se os traducirá.
Este primero, haciendo una referencia a Braveheart (subtitulado).

Este otro, en referencia a las fiestas de Navidad.

Y no dudéis que tanto el uno como el otro están en lo cierto. Y éste último, en el que fardamos de los logros de los gallegos por el mundo... jajajaja XD

Como veis, una campaña llena de tópicos (y aún faltan alguno más), pero que no dejan de ser signos y señas de identidad de un pueblo.

Memoria de pez

Este va por petición.

Esto es lo que todos desearíamos: tener memoria de pez. Para no acordarnos de nada, sobre todo de lo malo. Pero si todos tuviéramos memoria de pez, sería imposible que nadie tuviera un coche. Sólo nos guiaría el instinto, y ése no fue a la autoescuela...